Carmen Romero y Bianca Kovacs comparten escenario en Odio a la gente para demostrar sin censura que el mundo de la comedia no tiene por qué ser simpático.
Odio a la gente es un show que no necesita mucha explicación. Es eso. Odio a la gente. A toda, no se salva nadie. Si buscas encontrar complicidad, no será con ellas.