Puede ser...
Quizá es que sí, que la película es buena.
El blanco y negro ayuda mucho, desde luego. Y la fotografía, soberbia, casi perfecta. Y esos encuadres tan poco usuales, en los que se les ve, a ella o a él, en un lateral, no centrados. Y el tempo, que a muchos les parecerá lento, pero que es perfecto si, como dijo después un espectador, "te metes de lleno en la película". Y la música de Villalobos, que emociona. Y los silencios, esos silencios tan profundos, tan elocuentes…