El pasado viernes 12 de julio de 2019, Juan José Campanella estuvo con nosotros en el ciclo de “Directores en el Zoco” con su nueva película “El cuento de las comadrejas”, el mismo día que este film se estrenaba en España.
Los asistentes al evento, que abarrotaban la Sala, agradecieron al director su presencia y mantuvieron con él un interesante coloquio al final de la proyección. Campanella estuvo acompañado por los productores Gerardo Herrero y Mariela Besuievsky.
El cuento de las comadrejas, remake de “Los muchachos de antes no usaban arsénico” producción argentina de 1976, responde a las ganas del director de hacer una comedia divertida y de humor negro. según explicó él mismo al final de la proyección.
Para ello, necesitaba encontrar, y encontró, a cuatro actores que gozaran de los más altos niveles de fama y prestigio entre el público argentino. Se trata de Graciela Borges, Oscar Martínez, Luis Brandoni y Marcos Mundstock. Acompados de la pareja joven Nicolás Francella y la española Clara Lago, esta última en un papel , que borda, con un matiz muy distinto a lo que nos tiene acostumbrados.
La historia hace forzosamente pensar en “El crepúsculo de los dioses” y es, en cierta medida un homenaje al cine clásico de súper estrellas en decadencia. En este caso, una antigua diva del cine argentino vive en un palacete cercano a Buenos Aires , junto con su esposo, un mediocre actor, y el director y el guionista de sus mayores éxitos. Todos juntos comparten una vida de complicidad, secretos y recelos desde hace muchos años. Hasta que un día una pareja joven irrumpe en sus vidas y parece que va a dinamitar esta convivencia ajustada e inestable.
La película, llena de diálogos inteligentes y divertidos, nos hace recorrer el camino que los cuatro antiguos artistas tienen que andar si quieren mantenerse juntos.
Campanella explicó al público asistente que había utilizado el vestuario y el color como elementos para trasladar al espectador estados de ánimo de los personajes. Añadió que para representarlos quería intérpretes que hubieran disfrutado de un nivel de reconocimiento similar a los personajes de la película y por eso había juntado al cuarteto de maestros de actores, que bordan sus respectivos papeles .
Tras el debate, Campanella dio las gracias a los cines por la proyección y la invitación al coloquio. Y al público por haber acudido masivamente y no abandonar la sala al terminar la proyección. Los asistentes le respondieron con un cerrado aplauso.
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