El 21 de septiembre de 2024 nos visitó el director Guillermo Rojas con su película «Solos en la Noche». Después de la proyección mantuvimos un fantástico coloquio con él y con el actor Pablo Gómez-Pando.
Nuestras vidas fluyen marcadas por acontecimientos, influencias, personas, conocimientos y experiencias que las van conformando en base a la exposición que cada uno hemos tenido a los mismos y a la huella que ha dejado su resultado en nuestra arquitectura personal.
De forma que una situación vivida por dos personas será relatada según sus características personales y el impacto en ellas, de forma subjetiva y casi siempre distinta, y no digamos si la cuenta alguien que no la vivió a quienes sí lo hicieron.
Pues precisamente el pasado 21 de septiembre, tuvimos la suerte, en nuestros cines Zoco, de recibir a Guillermo Rojas y Pablo Gómez-Pando, director y protagonista principal, respectivamente, de su última película, “Solos en la noche”. La película, enclavada en un lugar indeterminado de Andalucía, relata las peripecias de un grupo de abogados laboralistas de izquierdas, la tarde del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
Cuando digo peripecias, y nunca desde un punto de vista peyorativo, quiero definir lo que me inspiró la película, al haber sido testigo de dichos acontecimientos y pertenecer a la generación que participó en el tránsito a la democracia en España.
Aquellos sucesos vividos directamente, como decíamos al principio, nos dejaron imágenes, sentimientos y situaciones que nos marcaron para siempre. También hay que decir que existe una extensa documentación gráfica de toda la transición, incluido el famoso día, que a nuestro juicio a priori, hacía muy difícil realizar un guion ficción sobre algo tan contundente.
Pues bien, “la imaginación al poder”. Guillermo Rojas, nacido el mismo año del 23 F, nos contó que a lo largo de su infancia y adolescencia, escuchaba a su padre abogado y al grupo de amigos y compañeros, alguno reflejado en personajes de la película, contar y cantar una y otra vez lo vivido durante aquellos años, y eso le llevó a entender que debía un tributo de homenaje a esa generación que había luchado por la libertad de expresión y democracia en la que ellos se habían educado.
La película, realizada desde el respeto absoluto a los hechos y con cierta ternura, sobre todo en el personaje de Pablo Gómez-Pando, construye una trama con tintes de comedia que sirve para descomprimir el dramatismo que tuvo el hecho en sí, de forma que ni tiene tintes políticos ni la enfrenta a nuestro juicio a la memoria de los que la vivimos.
La película está también dedicada a actores y cantautores de aquella generación. A lo largo de la misma hay frases míticas del cine español y Raimon e Hilario Camacho corren con el comienzo y final de la misma.
Pablo nos contó que para la realización de su personaje, puesto que él en esas fechas todavía no había nacido y sabía poco de la historia, le apetecía mucho investigar sobre aquellos años, y para ello el director les recomendó ver películas y leer libros de aquellos momentos para conseguir situarse, lo cual le permitió representar, a nuestro juicio con acierto, un abogado laboralista de familia de derechas que vinculado al PC y sin tener demasiado clara su postura, con mucho miedo va madurando a lo largo de la trama, adquiriendo la valentía y la convicción de que hay derechos muy frágiles que es preciso luchar por mantener. El resto de actores y actrices elegidos por el director personalmente, bien porque había trabajado con ellos o porque los había visto en algún trabajo y le encajaban en el personaje que tenía en la cabeza, cumplen perfectamente con sus funciones. Mención especial para la música compuesta por Miguel Rivera.
A lo largo del coloquio hubo intervenciones que contaron la vinculación con aquellos sucesos y sus anécdotas personales de ese día en concreto. Convencido que cada uno de los que estábamos allí pertenecientes a esa generación hubiéramos contado la nuestra.
Una vez más, vivimos la magia del cine acompañados por los creadores de las historias, pudiendo compartir con ellos su visión, sus proyectos y la difícil y valiente aventura de escribir, producir, realizar y exhibir. Un verdadero lujo.
Texto: Guillermo Adeva, socio de Cines Zoco.
Fotos: Jesús Escudero, responsable de Eventos en Cines Zoco
Al finalizar el evento nuestros invitados nos dejaron este mensaje:
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