Adentrarse en la vida del Padre Llanos, personaje fascinante de la etapa de la Transición, fue toda una experiencia. La compartimos todos los asistentes del evento celebrado el 13 de junio de 2024 en Cines Zoco, con el estreno de la película documental «Un hombre sin miedo» y el interesante coloquio posterior a la proyección que mantuvimos con presencia del director y guionista Juan Luis de No, artífice del proyecto. Además de Jorge Rio, que colaboró en el montaje y en tareas de documentación de la película y participó en el coloquio, entre los espectadores se encontraban varias personas que conocieron personalmente al Padre Llanos y que compartieron su experiencia personal. Contamos también con la presencia entre el público de Antonio Gutiérrez, ex secretario general de CCOO, que participó activamente en el coloquio. Todos sus testimonios y los del público se sumaron en acercarnos al increíble personaje del Padre Llanos, Jesuita, que dirigió ejercicios espirituales a Franco y Carmen Polo, fue confesor del caudillo y se afilió posteriormente al Partido Comunista.
“Un hombre sin miedo” nos aporta imágenes de la España de entonces, las dos Españas y sus diferentes peculiaridades y acontecimientos, con testimonio de personas vinculadas a la vida profesional y política de entonces. Se alternan imágenes de la sociedad franquista de vencedores y la sociedad obrera de perdedores de la guerra que huyeron a Madrid, desde diferentes puntos de la península, afincándose en uno de los barrios más pobres: El Pozo del Tío Raimundo. Las numerosas imágenes y videos del barrio impresionan, calles embarradas con chabolas paupérrimas en las que se hacinaban familias en condiciones pésimas de vida, sin agua ni luz eléctrica… Un documento impactante, llenó de detalles de cómo era la vida en el barrio. Impresionante la labor de documentación realizada para la película…
La película documental nos aporta imágenes del propio Padre Llanos en diferentes momentos de su vida. Hijo de militar, José María de Llanos vivía inmerso en un entorno social privilegiado, atendió la llamada de Jesús antes de terminar su carrera universitaria, según nos relata él mismo, vinculándose a los Jesuitas. En su primera etapa, las labores propias de su rango religioso se desarrollaron en ese entorno social acomodado, en colectivos diversos como el de jóvenes de la OJE etc. Los Ejercicios Espirituales que organizaba y dirigía se hicieron famosos por su carisma al impartirlos, llegando a oídas del entorno del caudillo que le emplazó a su residencia del Pardo para realizarlos para el mismo, ganándose posteriormente su confianza y respeto…
En unas jornadas espirituales con jóvenes en un castillo, con visión del barrio del Pozo del Tío Raimundo desde sus almenas, contempla la imagen de miseria del barrio, que ya había conocido en persona en algunas ocasiones anteriores impartiendo limosna acompañando a jóvenes. Esa visión, unida sin duda a otros factores, le provoca una profunda reflexión personal que le empuja a trasladarse a vivir a ese barrio dando un giro radical a su vida. El Pozo le atrapó, tomando las riendas en conseguir transformarlo, mejorando la calidad de vida de todos aquellos vecinos. Numerosos testimonios del documental proceden justamente de antiguos y actuales vecinos del barrio del Pozo del Tío Raimundo, transmitiendo todos su admiración y profundo agradecimiento a ese hombre “ …él nos trajo la luz, el agua…” y por supuesto la educación que fue clave en la transformación que progresivamente se consiguió en el Pozo, con el esfuerzo de todos los vecinos. El Padre Llanos, se contagió profundamente del espíritu que allí se vivía, “el barrio le convirtió a él…” empujándole finalmente a afiliarse al Partido Comunista con el objetivo primordial, de que le considerasen uno más de todos ellos.
Nunca abandonó su misión como sacerdote proclamando la oración. Supo compaginar su vida y sus ideas en los 40 años que vivió en el Pozo del Tío Raimundo. El mismo expresó “… aunque el Cristianismo y el Marxismo tengan ángulos de ideas diferentes coinciden en un fin común, la justicia en la tierra, la Justicia”. Una de sus grandes virtudes fue mantener sus amistades de la etapa franquista cuando ya estaba afiliado al PC y a lo largo de toda su vida. Sumó decenas de amigos de ideas totalmente opuestas y diferente nivel social, cuyos nombres y un pequeño resumen de cada uno, reflejó en un cuaderno, “Mis cien amigos”, que le acompañó entre sus enseres y libros más queridos, hasta el día de su muerte. Impresionantes las imágenes de su entierro, cargando su féretro algunos de aquellos amigos. Se cantó la Internacional y se rezó el rosario cumpliendo su deseo: sus últimas palabras fueron “rezad por mí”.
Mi gracias, Juan Luis de No por este documento de “Un hombre sin miedo”. Personajes como el Padre Llanos deben ser recordados y no pasar al olvido…
Y gracias también por tu presencia en el Zoco compartiendo tu experiencia con los que allí estuvimos y contestando preguntas. Me encantó ser testigo de cómo te felicitaron muchos espectadores al terminar el evento, algunos, especialmente emocionados por lo que acababan de ver. ¡Enhorabuena!
Texto: Carmenchu Alvarez, miembro de la Junta Directiva de Cines Zoco
Fotos y Video: Jesús Escudero, responsable de Eventos en Cines Zoco
Video sobre el coloquio y mensaje del director:
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