Libreto de Felice Romani, basado en la novela de Norma, ou L’infanticide (Norma, or The Infanticide) de Alexandre Soumet.
Ópera en 2 actos
Cantado en italiano.
Grabado en 28 de Octubre de 2017
en Opéra Royal de Wallonie-Liège
Duración aproximada 160 min.
EQUIPO CREATIVO
Director de escena Davide Garattini Raimondi
Director musical Massimo Zanetti
Escenografía e iluminación Paolo Vitale
Vestuario Giada Masi
Dirección de orquesta Pierre Iodice
EQUIPO ARTÍSTICO
Norma, daughter of Oroveso Patrizia Ciofi
Adalgisa Josè Maria LO MONACO
Pollione Gregory Kunde
Oroveso Andrea Concetti
Clotilde Réjane Soldano
Flavio Zeno Popescu
Opéra Royal de Wallonie-Liège
Coro y Orquesta de Opéra Royal de Wallonie-Liège
PRESENTACIÓN
«No deberíamos avergonzarnos de llorar de emoción al escucharla» – Eso dijo Richard Wagner de la ópera más célebre de Vincenzo Bellini. La consideraba el ejemplo perfecto de tragedia musical. Norma está merecidamente en lo más alto del romanticismo italiano. Y esta producción enfatiza los aspectos rituales del drama, con un director emergente de la escena norteamericana, Kevin Newbury.
Durante el poder romano en la Galia, la gran sacerdotisa Norma viola su voto de castidad con un procónsul romano, Pollione, con quien tiene dos hijos en secreto, pero acaba sintiéndose despechada por otra mujer. Es una heroína clásica, apasionada y vengativa. Este es el punto de partida de lo más exitoso de Bellini, el último y mejor compositor del bel canto. Esta ópera fracasó en su estreno, pero después se ha convertido en todo un éxito. Esta es una de las producciones más imprescindibles de la Opéra Royal de Wallonie-Liège.
SINOPSIS
Lugar en el que se desarrolla la obra: la Galia
Época: siglo I a. C. (ocupación romana)
La trama gira en torno al amor que siente la sacerdotisa Norma por Polión, procónsul romano. Él, padre de sus hijos, ama a otra mujer, Adalgisa, también sacerdotisa. El enfrentamiento entre ambas se simboliza en el célebre dúo “Mira O Norma”. Antes de que se alce el telón, la sacerdotisa Norma, hija del jefe de los druidas Oroveso, es la amante secreta del procónsul Polión, del que ha tenido dos hijos, custodiados por la fiel Clotilde mientras el resto no lo sabe. El romance hace que Norma trate por todos los medios de acallar la rebelión contra Roma, esperando que se establezca la paz entre los dos pueblos y así no perder a su amado.
Acto I
Escena I
El bosquecillo
La ópera comienza con un coro de Oroveso y los druidas. Dell’aura tua profetica – «Con tu aura profética». Se marchan y entra Polión con su amigo Flavio, a quien confía que está enamorado de una joven novicia del templo de Irminsul, Adalgisa, y que quiere dejar a Norma; le relata un sueño terrible en el que Norma mata a sus hijos y a Adalgisa (Meco all’altar… Me protegge, mi difende – «Conmigo, en el altar… Me protege, me defiende»). Los dos romanos se marchan cuando oyen que se acercan sacerdotes y guerreros galos al bosque, en espera de que la sacerdotisa Norma dé la orden de atacar a los romanos. Un coro de druidas anuncian que Norma viene. Ella, por su amor secreto por el romano, pide la paz. No sabe que Polión se ha cansado de la envejecida Norma y que se ha enamorado de Adalgisa. Se dispone a cortar muérdago a la luz de la Luna (Cavatina: Casta Diva.)
Todos se alejan. Adalgisa espera a Polión, quien le pide que huya a Roma con él; al final, a pesar de su piedad y virtud, accede a ello (dúo: Va, crudele, al Dios spietato – «Vete, cruel, al Dios despiadado»).
Escena II
En el refugio donde los hijos de Norma están escondidos, esta le cuenta a Clotilde que Polión se va a ir a Roma. Duda de si él la llevará o no. Cuando Clotilde se lleva a los niños, aparece Adalgisa, presa de sus remordimientos. Se debate entre su amor a Polión y sus votos ceremoniales. Inocentemente pide consejo a Norma, diciéndole que ha vulnerado el voto de castidad pero sin revelar el nombre del amado. Norma queda conmovida por su historia (que tanto se parece a la propia) y, puesto que no sabe el nombre del amado, exime de sus votos a Adalgisa (dúo: Oh rimembranza! – «¡Oh, recuerdo!»). Cuando Norma se entera que su enamorado es el mismo de Adalgisa, entra en cólera y maldice a Polión por su traición. Norma le advierte que Polión le hará lo mismo, abandonarla a ella y a sus hijos. Les dice que se marchen, y les advierte que tengan miedo de su furia (trío: Oh, non tremare, o perfido – «¡Oh, no tiembles, al pérfido»).
Acto II
Escena II
Habitación de Norma
Norma pretende matar a sus hijos por despecho, pero en el último momento es incapaz de cometer semejante crimen. Decidida a suicidarse, hace llamar a Adalgisa y le ruega que adopte a los niños y los lleve a Roma, después de casarse con Polión (Aria: Teneri, teneri figli – «Tiernos, tiernos niños»). Pero Adalgisa lo rechaza y promete a Norma convencer a Polión para que vuelva con ella (dúo: Deh! Con te li prendi – «¡Ah! Llévalos contigo»).
Escena II
Un claro del bosque
Mientras tanto los druidas se reúnen en el bosque (coro: Non partì? – ¿No se ha ido?»). Guiados por Oroveso, traman una revuelta contra Roma (Aria: Del Tebro al giogo indegno – «Del Tíber el yugo indigno»).
Escena III
En el bosque; altar de Irminsul
Norma, que siempre se oponía, cuando sabe que Adalgisa no ha obtenido nada de su coloquio con Polión, llama a los galos. Los druidas cantan un himno de Guerra!. Norma proclama la guerra a los romanos. Tiene que pronunciar el nombre de la víctima propiciatoria que hay que inmolar al dios, llega la noticia de que un romano ha penetrado en el claustro: es Polión, que viene a llevarse a Adalgisa. Norma va a apuñalarlo, pero se detiene, llama invita a todos a salir con el pretexto de interrogarlo y a solas con Polión, le ofrece la vida con tal de que abandone a Adalgisa. El hombre lo rechaza (dúo: In mia man al fin… Preghi alfine? – «En mis manos, al fin,… ¿ruegas por fin?»). Norma llama a los suyos; ha decidido cuál será la víctima: una sacerdotisa que ha infringido los sagrados votos y traicionado a la patria. Va a pronunciar el nombre de Adalgisa, pero se ve envuelta en un sinfín de sentimientos contradictorios, debatiéndose entre la lealtad a su pueblo, el amor al romano y sus remordimientos por haber traicionado sus votos. La culpa de Adalgisa es la suya y, en medio del asombro general, pronuncia su propio nombre, expresando su amor por Polión (dúo: Qual cor tradisti – «Qué corazón traicionaste»). Conmovido, Polión comprende la grandeza de Norma y decide morir con ella. En secreto, Norma confiesa a Oroveso que es madre y le suplique que cuide a los niños, a fin de que puedan salvarse, alcanzando Roma junto con Clotilde. Luego sube a la pira con su amado para morir juntos (Concertante: Deh! Non volermi vittime – «No los conviertas en víctimas»).