El 21 de junio de 2022 volvió Jonás Trueba a los Cines Zoco con su última película Tenéis que venir a verla. Es la sexta visita del director a nuestros Cines donde ha presentado todas sus películas, solo ha faltado la primera: Todas las canciones hablan de mí (2010), ya que por entonces no existían los Cines Zoco como tal. Después vinieron Los Ilusos (2014), Los Exiliados Románticos (2015), La Reconquista (2016), La Virgen de Agosto (2019) y Quién lo impide (enero de 2022), Premio Goya al Mejor documental. Todas ellas han pasado por Directores en el Zoco. Hemos seguido, por tanto, toda su trayectoria y siempre se ha ofrecido a traernos sus películas, cuándo las estrena.
El director vino acompañado por Itsaso Arana y Vito Sanz, actores de la película y sobre todo amigos. Los tres agradecieron la programación de su película en nuestro cine y la oportunidad de poder dialogar con el público. Esta ha sido su intención desde que la rodaron, al plantearla como un acto de coherencia, desde el comienzo hasta el momento de la distribución, en el que entraba compartirla y dialogarla con los espectadores.
El director comenzó el coloquio explicando como entronca esta película con la anterior Quién lo impide, con la pandemia en medio de las dos. En la primera la pandemia viene a cerrar la película y la actual arranca en diciembre de 2020, con referencias al confinamiento y a sus secuelas y esa sensación que nos estaba dejando la pandemia de extrañeza: “Creo que la película arranca con una tristeza que estaba metida en el cuerpo de los actores, en el mío, en el del equipo y en el de todo el mundo. La pandemia nos ha hecho hacernos muchas preguntas y a tener muchas dudas sobre cómo estamos en el mundo, cómo nos comportamos”.
Expreso que tenían ganas de rodar, de juntar al equipo de todas sus películas y se decidieron por rodar esta pequeña historia en ocho o nueve días entre Madrid y Alpedrete: “La película nace del deseo de rodar. Rodar de una forma muy concentrada y concreta, reuniendo al equipo otra vez. El equipo de siempre, con los actores habituales que están en plena pandemia y con la incertidumbre de ver si realmente era tan fácil poder volver a juntarse y rodar”. Y añadió “quería hacer una película muy concreta y muy, muy breve que reflejara el periodo en el que pudimos volver a salir de casa. Yo la sentía breve, quería hacer una película así, como inconclusa y que generase perplejidad, y poder llevarla a las salas”.
La cinta arranca con el concierto de Chano Domínguez en el Café Central, una escena de casi cinco minutos a base de cuatro primeros planos consecutivos de los protagonistas, tan distintos en sus reacciones, en sus miradas, en su respiración, mientras escuchan al pianista tocar “Limbo”. Cuando termina la canción comienza la charla entre los cuatro amigos y descubrimos que el título de la película –Tenéis que venir a verla– hace referencia a la invitación de una pareja a la otra para que vayan a conocer su casa, pero también tiene el sentido de que el público vuelva a las salas a ver la película, animar a la gente tras la pandemia a recuperar este hábito que hay que mantener.
Como explicó el director: “La pandemia terminó de apuntalar ese extrañamiento y ha consolidado muchas cosas. Pasa igual si hablamos de cine, que antes había un problema con el cine en general, con las salas o alguna que otra crisis, pero la pandemia lo ha recrudecido. Es decir, no creo que la pandemia haya traído algo exactamente nuevo, sino que ha venido a confirmar dudas, sensaciones o malestares que creo que estaban antes”.
Los actores por su parte contaron lo fácil que fue rodar la película, aunque fueron conscientes, como el director, del riesgo que corrían y de la incertidumbre de que pudiera llegar algún día a las salas. Itsaso contó lo bien que se entendía trabajando con Vito y lo mucho que había significado volver a rodar todos juntos. Vito añadió que se habían divertido mucho rodando la película. Los dos explicaron algunas de las escenas más significativas, como la de la partida de ping-pong, donde Vito se picaba de verdad (“tengo mal perder”) o la escena del campo donde Itsaso se aparta para hacer pis, pensando en cómo podía hacer creíble una escena tan atípica.
El director manifestó que ha hecho siempre las películas que he querido hacer y que cada una de sus historias ha encontrado su público, y que no le importa el éxito como tal: “Todas las películas que hemos hecho han sido rentables, no hacemos pelis muy caras y esto nos permite seguir haciendo películas, que es lo que queremos”.
Sobre Tenéis que venir a verla, Jonás explicó que la historia enfrenta a dos parejas que toman decisiones diferentes en la vida, y que la película cuestiona eso, de forma irónica expresa que da igual donde vivamos, pero siempre hay un momento de duda. Ha querido hacer un retrato de un pequeño grupo de amigos, pero no he querido hacer de ningún modo un retrato generacional, sino atrapar las inquietudes, los sentimientos y el estado de ánimo de la gente que tiene a su alrededor tras estos dos años de pandemia. Afirmó que los personajes parecen sonados, efecto de la pandemia, y algo de eso hay en la actitud del personaje de Francesco Carril, cuya felicidad tras irse a vivir a las afueras parece casi forzada. Las quejas y el tono agrio y mordaz de Vito Sanz contrastan con la actitud calmada de Irene Escolar, aunque después la escuchemos hablar con naturalidad de un aborto. Itsaso Arana simboliza un poco la mirada del espectador, contemplando a sus amigos dejar atrás la juventud.
La voz en off que escuchamos pertenece a la poetisa Olvido García Valdés, leyendo unas anotaciones que dieron al director el sentido último de esta película, que puede saber a poco o a mucho, pero que anima a verla en la sala de un cine y comentarla a la salida. La película se acerca más a un boceto, a un ensayo, a un apunte de ideas, pero demuestra que también se puede hacer cine con cuatro personajes, y dos escenas. En este sentido, quizás se parece más a un pequeño ensayo modesto que a una película narrativa en el sentido convencional. Y quizás por eso ha querido finalizar el film con un plano rodado en super 8.
El público participó activamente en el coloquio, de más de una hora, con sobresalientes intervenciones que ayudaron a comprender mucho mejor la película. Felicitando al director y a los actores por su trabajo.
Fotos y Texto: Amalia Duch y Jesús Escudero, Comisión de Eventos Cines Zoco Majadahonda.
Los invitados, al finalizar el coloquio, nos dejaron un divertido mensaje animando a los espectadores a ver su película en los Cines Zoco:
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