El martes 8 junio recibimos en el Zoco a la directora María Pérez Sanz, que presentó Karen, su segundo largometraje. Al finalizar la proyección mantuvo un interesantísimo coloquio con el público.
Karen es el retrato de los últimos años de la vida de Karen Blixen, escritora que firmaba como Isak Dinesen. La mujer que, gran parte del mundo, ha conocido a través de la interpretación de Meryl Streep en la película de Sydney Pollack, Memorias de África.
La cinta se centra en la particular relación de Blixen con su criado somalí Farah Aden. Una extraña amistad en la que diferencias que parecen insalvables se diluyen ante un entendimiento ancestral y que a pesar de la diferencia cultural y de clase social se forjó una gran y sincera amistad, que ella la definió como la más importante de su vida. Agravada además por la salud quebradiza de la escritora, que necesitaba siempre la ayuda de su fiel servidor.
La directora manifestó que como la mayoría conoció a la escritora a través de Memorias de África y se dispuso a escribir y dirigir un largo haciendo pasar su Extremadura por África. Su familia tiene una finca cerca de Trujillo, que es pura dehesa, y donde desde pequeña siempre tenía la fantasía de jugar a los exploradores. Escribió sobre Karen Blixen porque le pareció interesante al ser un personaje conocido por el público y no necesitaba contar toda su historia desde cero. De hecho, Karen es el relato, construido a partir de actos cotidianos y conversaciones profundas entre la escritora y su criado más fiel, el somalí Farah, de los últimos años en su granja en Kenia. “El paisaje es el principio de la película, pero acaba siendo un paisaje más humano: ella y su criado que son lo más importante de la película”.
Quizá por la película de Pollack, Karen Blixen está completamente idealizada. “Pero en sus cartas se ve lo que sufrió, que estuvo muy enferma y casi arruinó a su familia danesa”, contó la directora, y expresó que su película “está más cerca de su verdadera existencia en África que el filme de Pollack, su tiempo allí no fue tanto de juerga, amantes y safari, fue muy conflictivo siempre con el fracaso a la vuelta de la esquina. La historia de Karen es la de un fracaso que te lleva a encontrar tu principio destino. Por eso, el destino es un elemento recurrente en las conversaciones entre ella y Farah”.
La película describe los tiempos difíciles producidos por la caída de los precios del café que endeudaron el negocio y le obligaron a cerrar. Es una descripción gráfica y simbólica sobre la decadencia del colonialismo.
Contó también cómo atrajo a este proyecto a la cantante Christina Rosenvinge, ofreciéndole primero la música de la película para después convencerla de que fuera la protagonista de la cinta. Ahora no concibe la película sin ella y tampoco sin el actor Alito Rodgers (el sirviente Farah). Completa el reparto la actriz suiza Isabelle Stofel, en un pequeño papel.
La película se ha rodado en apenas 10 días, y en 16 milímetros y se ha montado en Rumanía.
En el coloquio hubo varias intervenciones de los asistentes y todos coincidieron en su admiración por lo bien tratada que está la relación entre los dos protagonistas y en la belleza de las imágenes. Lo que da lugar a una película intimista y deliciosa rodada con sensibilidad y elegancia.
La directora nos dejó al finalizar el coloquio un mensaje animando a nuestro público a ver su película:
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