El pasado 21 de febrero de 2025 pudimos disfrutar del intenso drama “Al este del edén” (1955), del afamado director Elia Kazan, adaptación de la excelente novela de John Steinbeck escrita en 1952. La película fue el inicio de la breve pero intensa carrera cinematográfica de James Dean, cuya vida acabó trágicamente en un accidente de automóvil a los dos días de finalizar el rodaje de “Gigante”.
Nuestros habituales tertulianos, Mª Eugenia Guzmán y Javier López Otaola, nos introdujeron en el contexto histórico en el que se rodó la película, unos EEUU que acababan de salir de la guerra de Corea y en los que la juventud comenzaba a rebelarse contra el conservadurismo de la sociedad, teniendo como máxima expresión la contracultura del rock’n’roll y la rebelión en las aulas.
Elia Kazan, un director reconocido por su habilidad para explorar temas complejos y personajes profundos se interesó en la novela debido a sus temas universales de amor, odio, y redención. Warner Bros. adquirió los derechos de la novela y Kazan fue elegido para dirigirla, en parte por su éxito previo con adaptaciones literarias como «Un tranvía llamado deseo».
Como indicó Mª Eugenia, el guion que se redactó era un reflejo de la propia relación que tanto Steinbeck, como Kazan y Dean, habían mantenido con sus padres, que se caracterizaba por la incomprensión y falta de apoyo. Todo ello acentuado, en el caso de James Dean, por la pérdida de su madre a los nueve años.
En un principio Kazan pensó en Marlon Brando y Montgomery Clift para interpretar a los dos hermanos Trask, pero pronto fueron descartados debido a su edad. Finalmente, tras una prueba final con Paul Newman, James Dean fue elegido para interpretar a Cal Trask, el personaje principal. Ambos eran miembros del Actors Studio que Kazan había creado. Esta elección fue arriesgada, ya que Dean era desconocido en ese momento, pero el director vio en él el potencial para transmitir la complejidad emocional del personaje.
El rodaje comenzó en mayo de 1954 y se desarrolló principalmente en el Valle de Salinas (California), que es donde se ambienta la novela. Kazan permitió a sus actores cierta libertad para improvisar, lo que le ayudó a capturar actuaciones más naturales y auténticas. La relación entre Kazan y Dean fue intensa, con el director animando al actor a aprovechar sus propias experiencias personales y alentando sus diferencias con Raymond Massey (Adam Trask) para enriquecer su interpretación.
Javier señaló que la impactante actuación de James Dean catapultó su carrera, rodando tres películas en 16 meses (las dos últimas se estrenaron después de su fallecimiento). Su habilidad para expresar vulnerabilidad y angustia interna resonó tanto con el público como con la crítica. Dean aportó una intensidad emocional que se convirtió en su sello distintivo y que impactó profundamente a la audiencia. En palabras de Kazan, “la tensión y timidez de James Dean se manifestaba en él físicamente, por lo que le permití hacer uso de posturas retorcidas e incómodas para transmitir su carácter.”
Para Mª Eugenia uno de los puntos más interesantes de la película es la tensa relación entre Adam Trask (Raymond Massey) y su hijo Cal. El padre veía a este como el reflejo de su madre que abandonó el hogar para vivir una vida sin ataduras. Massey, que era conservador y muy religioso, y despreciaba a Dean por su carácter y por improvisar, nos obsequia con una brillante actuación gracias a que Kazan aprovechó muy bien la tensión de ambos actores en beneficio de sus personajes. Un estupendo ejemplo es la escena en la que el padre rechaza el dinero que ha conseguido para él su hijo: el guion indicaba que el joven debía salir de la casa y alejarse de su padre, pero James Dean decidió improvisar y, en lugar de marcharse, le abrazó, para sorpresa de Massey que instintivamente gritó ¡Cal!, ¡Cal!
El mito de la rivalidad entre hermanos, abordado por la Biblia en los pasajes del Génesis sobre Caín y Abel, se recrea muy bien en la película, demostrando que en la naturaleza humana cohabitan el bien y el mal, teniendo cada persona la capacidad de elegir obrar en un sentido u otro. Al verse rechazado Cal, emerge toda su amargura y la envidia hacia su hermano, conduciéndolo a la presencia de su madre, con el fin de que sepa que su padre les ha engañado haciéndoles creer que estaba muerta, lo que provoca un shock emocional en Aaron que probablemente derive en un trágico final.
El resto del reparto no desafina. Y es que todos los personajes están muy bien construidos y magníficamente interpretados. Tanto Julie Harris como Jo van Fleet pertenecían al Actors Studio y secundaron maravillosamente a James Dean. Van Fleet consiguió el Oscar a la mejor actriz de reparto por su espectacular interpretación de una madre de carácter fuerte y frío, pero no exenta de calor humano, y Julie Harris está perfecta en su papel de la joven que se debate entre el amor por el hombre que actúa “correctamente” conforme a lo cánones de una sociedad puritana o por el chico inconformista y rebelde que sigue sus instintos de libertad.
Finalmente, es destacable la actuación de Burl Ives en el papel de sheriff empático y congruente con sus principios, y correcta la de Richard Davalos como Aaron.
La película fue bien recibida por la crítica y el público también respondió positivamente, consolidando a Dean como un ícono cultural y catapultando su popularidad. Sin duda, «Al Este del Edén» es recordada, junto con “Rebelde sin causa”, también de James Dean, como una de las películas que más influyeron en la juventud de los años 50.
Texto: Javier López Otaola, miembro de la Junta Directiva de Cines Zoco
Fotos: Carmenchu Alvarez, miembro de la Junta Directiva de Cines Zoco, y Ana Ferro, socia de Cines Zoco
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